(Jesús Bastante).- Una llamada a la reacción, al compromiso y a la denuncia de una sociedad que "vulnera los derechos sociales. Estamos abandonando a los más pobres a su suerte". De este modo presentó Cáritas en su sede madrileña el último informe de la Fundación Foessa, que bajo el título "Desigualdad y derechos sociales", constata cómo "los recortes en los servicios públicos de bienestar pueden suponer una ruptura definitiva para los más pobres".
Sebastián Mora, secretario general de Cáritas, subrayó durante su intervención que "la brecha que se ha abierto entre las personas empobrecidas y las personas con más posibilidades de acceso a bienes y servicios es alarmante". "Es un escándalo ético y político", incidió Mora, quien alertó de que la actual crisis "no es un paréntesis en espera de mejores tiempos". "Estamos en un mommento de transformación social profunda que no podemos dejar en las manos de los mercados, sino que debemos construir entre todos adquiriendo un lugar especial para los más débiles y frágiles".
Mora fue aún más allá: "Ya no somos una sociedad con muchos pobres, sino una sociedad pobre. Tenemos que reaccionar y construir otro tipo de sociedad. Todos somos responsables de lo que nos está pasando", apuntó el secretario general de Cáritas, quien añadió que "debemos reconstruirnos como país, cambiar la mentalidad, pasar de estar a la defensiva a ser más proactivos".
Por su parte, Francisco Lorenzo, coordinador del equipo de estudios de Cáritas Española, denunció que "estamos asistiendo al abandono a su suerte a las familias más pobres, lo que nos puede llevar a "una mayor vulnerabilidad de la sociedad española". "Solamente seremos democracia si garantizamos los derechos sociales de los más vulnerables", añadió.
Unos derechos que, con los datos en la mano, no gozan de su mejor estado de salud. "Estamos ante una década perdida", apuntó Lorenzo, quien señaló que la renta media ha caído un 4% en los últimos cinco años, mientras que los precios se han disparado un 10%. "Existe un riesgo notable de que el ensanchamiento de las diferencias de renta entre los hogares españoles se enquiste en la estructura social".
El pasado año, según los datos, fue uno de los peores de la etapa democrática en cuanto a creación de empleo, con una tasa superior al 26% y unas perspectivas de futuro nada halagüeñas. "Está cambiando el imaginario colectivo de la sociedad: si hace 5 años estábamos a la cabeza de Europa en la generación de empleo, trabajar hoy no es ya un derecho, sino que parece haberse convertido en un privilegio", destacó Lorenzo.
El responsable de los estudios de Cáritas apuntó que los datos provisionales del INE hablan de un 26,8% de personas en situación de pobreza y exclusión social, una situación que corre paralela a la reducción de los derechos sociales (cobertura sanitaria, pensiones, acceso a educación, rentas mínimas, ejecuciones hipotecarias...). "De cara al futuro nos la jugamos en la apuesta real que hagamos por los derechos sociales", finalizó.
¿Qué hacer ante esta situación? ¿Hay alguna receta? "Si la supiéramos, ya nos habrían dado al menos el Nobel de Economía", ironizó Sebastián Mora, quien no obstante apuntó a cuatro medidas a tener en cuenta. "En primer lugar, garantizar un sistema de ingresos mínimos para todas las personas. En segundo lugar, tomar conciencia de que se toman muchas medidas de ajuste que, de una en una, pueden parecer coherentes, pero que si se suman hacen la vida muy difícil para los más pobres. Hay que tener en cuenta a los más pobres en la elaboración de las políticas de ajuste. En tercer lugar, es muy difícil seguir ajustando. Hay que repensar esa política. ¿Dónde está el punto de no retorno para frenar una fractura social que ya estamos viviendo?. Y, finalmente, hay una serie de iniciativas legislativas que ayudarían a la vida familiar, en materia hipotecaria o de acceso igualitario a la educación o la sanidad".
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