(Rd/Agencias)
«Lo que más me impresiona de Jesús es su ternura, su misericordia. Jesús perdona siempre, te está esperando para perdonarte, para volverte a ubicar. Jesús no se cansa de perdonar». Esas fueron las palabras del Papa Francisco en la última entrevista que concedió antes de ser elegido Pontífice. Fue a la radio La 96, Voz de Caacupé, la emisora de una parroquia de una aldea de Buenos Aires, la parroquia de Caacupé.
En la conversación con Jaidr Flores, el conductor del programa, el todavía cardenal Jorge Mario Bergoglio, recuerda su infancia: «A los trece meses de nacer yo, nació mi otro hermano. Somos cinco. Y mamá no daba abasto con los dos. Y mi abuela, que vivía a la vuelta, me llevaba a la mañana con ella, y me traía a la tarde. Lo que más recuerdo es esa vida compartida entre la casa de mamá y papá y la casa de los abuelos. Y la que me enseñó a rezar más fue mi abuela».
El Pontífice, que hoy ante 5.000 periodistas ha dicho que le gustaría «una Iglesia pobre y para los pobres», valoraba la figura de Jesús: «Lo que más me impresiona de Jesús es su ternura, su misericordia. Jesús perdona siempre, te está esperando para perdonarte, para volverte a ubicar. Jesús no se cansa de perdonar. Si nosotros nos apartamos mucho de Jesús se nos va endureciendo el corazón». Y añade: «Mira a Jesús y vas a sentir lo que es su misericordia. Y eso se lo digo a todos. No le tengan miedo. Algunos dicen: "No, Jesús está con el látigo en la mano, y me va a dar por todos lados". Te está esperando con ternura, con cariño, basta que lo mires. Eso es lo que a mí más llega de Jesús, su ternura y su misericordia. Por eso usé esa palabra en mi lema sacerdotal».
«Uno puede ser pastor de tres maneras,y a veces tiene que usar las tres maneras -señala también el Papa Francisco sobre la labor pastoral-. O el pastor que va delante marcando el camino, o el pastor que va a los costados cuidando que no se desmadre la cosa, que siga más o menos todo junto, o el pastor que va detrás siguiendo el camino que las ovejas van marcando con su olfato. «Muchas veces, la brújula, el olfato lo tiene el pueblo de Dios, el santo y fiel pueblo de Dios. Vos tenés que mirar para dónde va, porque el Espíritu Santo es el que trabaja el corazón del fiel pueblo de Dios», explica.
Según informa Cope, Caacupé es una parroquia ubicada en el corazón de la Villa 21-24 y Zabaleta, en Barracas, Buenos Aires. Desde 1976 trabaja a favor de la evangelización y la promoción social de su gente. La parroquia cuenta con 13 capillas, un centro de recuperación de adictos, una escuela de oficios, un colegio secundario, hogares de ancianos y adolescentes, 8 comedores comunitarios, un movimiento infanto-juvenil integrado por más de 1000 niños y jóvenes de la villa. Tiene, además, la radio La 96, Voz de Caacupé, y el periódico «El católico».
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