miércoles, 3 de abril de 2013

Cada cuatro minutos se rompe un matrimonio en España


Nota del Instituto de Política Familiar).Aleteia-
 “La ruptura familiar se ha convertido en el principal problema de la familia, y por ende, de la sociedad española.  A pesar de las dificultades añadidas que supone la crisis económica, las rupturas han crecido respecto a 2011”, ha afirmado Eduardo Hertfelder, presidente del Instituto de Política Familiar (IPF). En efecto, el número de rupturas en 2012 ha alcanzado las 127.362, según datos del CGPJ.  Esto ha supuesto un incremento de 2.660 rupturas respecto al 2011 y un crecimiento del 2,13% respecto al mismo periodo del año pasado, donde se alcanzaron las 124.702 rupturas familiares.

“El número de rupturas es de tal magnitud que ya se produce una ruptura cada 4 minutos en España, es decir, cada día 350 matrimonios ven como se rompe su matrimonio, prosigue Hertfelder. Estos datos convierten a la ruptura familiar en el principal problema de las familias españolas, ya que detrás de cada persona que se divorcia hay un conflicto por resolver y un drama familiar. La primera conclusión es clara: el divorcio no arregla ningún problema sino que agrava los que trata de resolver”.

La ruptura familiar, además, está creciendo espectacularmente. Tan sólo en los últimos diez años (2003-2012), y a pesar de la crisis económica, el número de rupturas acumulado ha sido de 1.343.760 rupturas, de las que más de 1 millón (1.060.224) han sido divorcios -el 78,9% del total-.

Además, y debido a la Ley del divorcio exprés, en 2012 ha continuado el incremento de las rupturas definitivas (divorcios) y la consolidación de las rupturas conflictivas (rupturas no consensuadas), prosigue el presidente del IPF. Los efectos perversos de la Ley del divorcio exprés han sido de tal magnitud que, en la actualidad, más de nueve de cada diez rupturas son divorcios. Es esperpéntico que una legislación, en vez de ir encaminada a reducir o, al menos, a amortiguar los efectos negativos de un drama como es el de la ruptura familiar, provoque su incremento. La ley del divorcio exprés ha resultado ser un total fracaso”.

Así, en el año 2012 las rupturas definitivas (divorcios) fueron de 120.056, alcanzando el 94,26% de las rupturas totales (cifra que fue el 93,97% en el 2011) frente a las apenas 7.142 separaciones y alcanzando tan solo el 5,61% de las rupturas (el 5,89% en el 2011). Esto significa que más de 9 de cada 10 rupturas son divorcios, de manera que las separaciones han quedado reducidas a un carácter testimonial. Por su parte, en el 2012, las rupturas conflictivas fueron 51.889 (el 40,74%), esto es, 4 de cada 10 rupturas fueron conflictivas, consolidando el máximo de conflictividad alcanzado en 2011.

Los datos sobre rupturas matrimoniales confirman una situación crítica para los matrimonios en España y constatan la necesidad urgente de que las administraciones hagan algo para evitarlo o, al menos, amortiguarlo, concluye el presidente del IPF. No se puede admitir que ante el principal problema que tienen las familias españolas las administraciones públicas no lo aborden de inmediato.

Mientras en otros países se empieza a admitir que el descenso de la tasa de nupcialidad y la fragilidad de las parejas es un grave problema social, en España se incentiva la ruptura, ofreciendo la posibilidad de divorciarse de manera unilateral, sin alegar causa alguna y sin período previo de separación. Frente a la cultura de ruptura nos apremia desarrollar una nueva cultura de reconciliación. Es por ello que desde el IPF instamos a los distintos partidos políticos  a que aborden este problema sin dilación y que, además de la derogación de la Ley del divorcio exprés, propongan soluciones y alternativas para reducir la ruptura familiar así como amortiguar los efectos negativos que se producen tanto en los cónyuges como en los hijos.

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