sábado, 30 de marzo de 2013

El Papa preside el Via Crucis en el Coliseo de Roma


(José Manuel Vidal).Religión Digital- El Coliseo a reventar recibe al Papa con vivas y vítores. Llega Francisco para celebrar el Via Crucis. Con las estaciones compuestas por jóvenes maronitas, dirigidos por el cardenal libanés Boutros Rai. Tras los saludos de rigor, Su Santidad se dirige al estrado preparado para él.Y comienza el recorrido de la cruz. Al final, en pocas palabras, aseguró que "la cruz de Jesús es la palabra con la que Dios ha respondido al mundo".
Gracias por haber participado en la oración, especialmente a los enfermos y ancianos.
No quiero añadir muchas palabras. Quiero añadir una sola palabra: la cruz misma. La cruz de Jesús.
A veces, nos parece que Dios no responde al mal, que permanece en silencio. Su respuesta es la cruz de Cristo. Una palabra que es amor, misericordia y perdón.
Dios nos juzga amándonos. Si recibo su amor, estoy salvado. Si lo rechazo, me condeno no por él sino por mí mismo, porque Dios no condena. El sólo ama y salva.
La palabra de la cruz es también la respuesta de los cristianos al mal...Deben responder al mal con el bien, tomando sobre sí la cruz como Jesús.
Hermanos del Líbano, les agradecemos...Vimos la belleza y la fuerza de la comunión de los cristianos de aquella tierra cuando Benedicto XVI fue al Líbano. Un signo de esperanza para el mundo entero.
Sigamos el Via crucis en la vida de cada día. Caminemos juntos, llevando en el corazón esta palabra de perdón.
Caminemos con Jesús que nos ama tanto y es todo amor.

En el marco del monumental Coliseo romano, el papa Francisco dio inicio este Viernes Santo a su primer Via Crucis como Jefe de la Iglesia católica, a la que quiere acercar a los más pobres y necesitados.
El argentino Jorge Mario Begoglio llegó en un automóvil negro al anfiteatro iluminado a pleno, donde fue recibido por el alcalde de Roma, Gianni Alemano y altas autoridades religiosas-, en medio de una multitud entusiasmada de fieles con antorchas encendidas para presidir uno de los momentos cruciales de los ritos tradicionales de Pascua.
El nuevo Pontífice desde el monte Palatino y circundado por miles de peregrinos comenzó así la última parte de su jornada, en un momento para el recogimiento y la reflexión, en el día que comunidad cristiana conmemora la muerte de Jesucristo.
El Vía Crucis discurre por el interior del Coliseo -el famoso anfiteatro Flavio, que recuerda los sufrimientos de los primeros cristianos-, continúa por delante del Arco de Trajano y concluye en la colina del Palatino.
El cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, lleva la cruz en la primera y última estación (la decimocuarta). Una familia italiana y otra india la llevaron en la segunda y tercera.
Un enfermo y tres voluntarios de Unitalsi, grupo católico italiano que lleva enfermos a Lourdes, portaron la cruz en la cuarta y quinta y dos seminaristas chinos lo hicieron en la sexta y séptima.
Después, el símbolo de los cristianos fue portado por dos frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa (en la octava y novena estación), y por dos religiosos, uno nigeriano y el otro libanés, en la décima y undécima estaciones.
En la duodécima y decimotercera estaciones la cruz la portaron dos jóvenes de Brasil, país donde se celebrará la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en julio próximo, a la que asistirá el papa Francisco.
Al final del Vía Crucis, Francisco pronunció unas palabras.

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