domingo, 27 de octubre de 2013

El discurso completo del papa en la Jornada Mundial de la Familia

Los cristianos se casan sacramentalmente, porque son conscientes que necesitan la gracia, no para decorar la vida pero para hacernos fuertes
ROMA, 26 de octubre de 2013 (Zenit.org) - ¡Queridas familas, ¡'buona sera' y bienvenidas a Roma!
Han venido aquí como peregrinos desde muchas partes del mundo, para profesar la fe delante del la tumba de San Pedro. Esta plaza les acoge y abraza: somos un sólo pueblo, con una sola alma, convocados por el Señor, que nos ama y sostiene. Saludo también a todas las familias que están unidas a través de la televisión y de internet: una plaza que se extiende sin confines.
Quisieron llamar a este momento “¡La familia vive la alegría de la fe!”. ¡Me gusta este título! He escuchado las experiencias de ustedes, los casos que han contado. Vi tantos niños, tantos abuelos... Sentí la tristeza de las familias que viven en situación de pobreza y de guerra. He oído a los jóvenes que se quieren casar, aún entre mil dificultades. Y entonces nos preguntamos: ¿Cómo es posible, hoy, vivir la alegría de la fe en familia? ¿Es posible o no es posible vivir esta alegría? 
En el evangelio de Mateo, hay una palabra de Jesús que nos ayuda: 'Venid a mí todos los que están cansados y oprimidos, que yo les aliviaré'. Muchas veces la vida es pesada y tantas veces trágica, lo hemos apenas escuchado. Trabajar es fatigoso; buscar trabajo es fatiga y encontrar trabajo hoy nos pide tanta fatiga.
Pero, aquello que más pesa en la vida, no es esto, lo que más pesa es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser acogidos. Pesan ciertos silencios, a veces aún en familia, entre marido y esposa, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor, el cansancio se hace más pesado. Pienso en los ancianos solos, a las familias en dificultad porque no tienen ayuda para sostener a quienes en casa precisan de especiales atenciones y cuidados. 'Venid a Mí todos los que están cansados y oprimidos', dice Jesús.
Queridas familias, el Señor conoce nuestros cansancios, los conoce y los pesos de nuestra vida. Pero conoce también nuestro deseo profundo de hallar la alegría del alivio. ¿Se acuerdan? Jesús dijo: 'Vuestra alegría sea plena'. Jesús quiere que nuestra alegría sea plena.
Lo dijo a los apóstoles, y hoy lo repite a todos nosotros. Así, esta es la primera cosa que quiero compartir con ustedes en esta tarde, y es una palabra de Jesús: 'Venid a mi, familias de todo el mundo --dice Jesús-- y yo les aliviaré para que vuestra alegría sea completa'.
Y esta palabra de Jesús llévenla a casa, en el corazón, compártanla en familia, él nos invita a ir hacia él para darnos a todos la alegría.
La segunda palabra, la tomo del rito del matrimonio. En este sacramento, quien se casa dice: 'Prometo serte fiel, amarte y respetarte, en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad, y de honrarte y amarte todos los días de nuestra vida'. En aquel momento, los esposos no saben qué sucederá, no saben cuáles son las alegrías y las tristezas que les esperan. Parten, como Abrahan; se ponen juntos en camino. Esto es el matrimonio, partir y caminar juntos, de manos dadas, entregándose en la mano grande del Señor. Mano en la mano por toda la vida y sin hacer caso de esta cultura de lo provisorio que nos corta la vida a pedazos.
Con esta confianza en la fidelidad de Dios, todo se enfrenta, sin miedo, con responsabilidad. Los esposos cristianos no son ingenuos, conocen los problemas y los peligros de la vida. Pero no tienen miedo de asumir la propia responsabilidad, delante de Dios y de la sociedad. Sin huir ni aislarse, sin renunciar a la misión de formar una familia y traer al mundo hijos.
Pero hoy, santo padre, es difícil. ¡Seguro que es difícil! ¡Por eso, es necesaria la gracia del sacramento! ¡Los sacramentos no sirven para decorar la vida; ¡que lindo matrimonio, que linda la ceremonia, que linda la fiesta! Eso no es la gracia del sacramento, eso es una decoración y la gracia no es para decorar la vida pero para hacernos fuertes en la vida, para hacernos corajosos y poder ir adelante! Sin aislarse, siempre juntos.
Los cristianos se casan sacramentalmente, porque son conscientes que necesitan el sacramento. Necesitan a este para vivir unidos entre sí y cumplir la misión de padres. 'En la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad'. Así dicen los esposos en el matrimonio y rezan juntos y con la comunidad, ¿por qué? Solamente porque es costumbre hacerlo así? No, lo hacen, porque les sirve para el largo viaje que deben hacer juntos, no a tramos, necesitan de la ayuda de Jesús, para caminar juntos con confianza, para acogerse uno al otro cada día y perdonarse cada día.
Y esto es importante en las familias, saber perdonarse, porque todos nosotros tenemos defectos, todos y a veces hacemos cosas que no son buenas y le hacen mal a los otros. Tener el coraje de pedir perdón en familia cuando nos equivocamos. Hace pocas semanas atrás recordé en esta plaza que para llevar adelante una familia es necesario usar tres palabras, quiero repetirlo, tres palabras: permiso, gracias y perdón. Tres palabras claves.
Pidamos permiso para no ser invasores. En familia: ¿Puedo hacer esto, te gusta que haga esto? El leguaje del permiso. Demos gracias, gracias por el amor, pero dime tú, cuántas veces al día le dices gracias a tu mujer o a tu marido? Cuántos días pasan sin decir esta palabra: gracias.
Y todos nos equivocamos, y a veces alguno se ofende en la familia, o en el matrimonio. A veces, digo, vuelan los platos, se dicen palabras fuertes, pero escuchen este consejo: no terminen la jornada sin hacer la paz, cada día. Disculpa y se recomienza. Permiso, gracias, perdón. ¿Lo decimos juntos?: Permiso, gracias, disculpa, usemos estas tres palabras en familia, perdonarse cada día.
En la vida, la familia experimenta muchos momentos hermosos: el descanso, la comida juntos, el paseo hasta al parque o por los campos, la visita a los abuelos, o a una persona enferma... Pero, si falta el amor, faltará la alegría, faltará la fiesta. Porque el amor nos lo da siempre Jesús: él es la fuente inagotable y se da a nosotros en la Eucaristía. Allí en el sacramento, Jesús nos da su palabra y el pan de la vida, para que nuestra alegría sea completa.
Y para concluir, está aquí delante de nosotros, este ícono de la presentación de Jesús en el templo. Es un ícono verdaderamente bello e importante. Contemplémoslo y dejémonos ayudar por esta imagen. Como todos ustedes, también los protagonistas de la escena tienen su camino: María y José se pusieron en camino, yendo como peregrinos a Jerusalén, obedeciendo a la ley del Señor; y también el viejo Simeon y la profetisa Ana, también ella muy anciana, van al templo impelidos por el Espíritu Santo. La escena nos muestra este entrecruzarse de tres generaciones: el entrelazarse de tres generaciones,
Simeon toma en los brazos al niño Jesús, en quien reconoce al Mesías, y Ana es representada en el gesto de alabar a Dios y anunciar la salvación a quien esperaba la redención de Israel. Estos dos ancianos representan la fe como memoria.
Y les pregunto: ¿Ustedes escuchan a los abuelos?, ¿le abren el corazón a la memoria que nos dan los abuelos? Los abuelos son la sabiduría de la familia, la sabiduría de un pueblo, y un pueblo que no escucha a los abuelos es un pueblo que muere. Hay que scuchar a los abuelos.
María y José son la familia santificada por la presencia de Jesús que es el cumplimiento de todas las promesas. Cada familia, como la de Nazaret está insertada en la historia de un pueblo y no puede existir sin las generaciones anteriores. Y por ello tenemos aquí a los abuelos, los abuelos, y los niños. Los niños aprenden de los abuelos y de las generaciones anteriores.
Queridas familias, también ustedes son parte del pueblo de Dios. Caminen felices, juntamente con este pueblo. Permanezcan siempre unidas a Jesús y llévenlo a todos con vuestro testimonio. Gracias por haber venido. Juntos, hagamos nuestras estas palabras de san Pedro, que nos dan fuerza y continuarán a darnos fuerza en los momentos difíciles: '¿Señor, de quién iremos? ¡Tú tienes palabras de vida eterna!'. ¡Con la gracia de Cristo, vivan la alegría de la fe! ¡El Señor les bendiga y María, nuestra Madre, les proteja y acompañe!
(RED/HSM)

Ideologizar la fe

Por Jorge E. Traslosheros H. | 
El Papa es un tipo de cuidado. Cada mañana, en su homilía, siembra mensajes breves que, al pasar los días, forman una prédica de gran coherencia doctrinaria, imposible de ignorar en la Iglesia, porque configura su magisterio. Una de las líneas centrales ha sido la denuncia de cuanto obstruye el encuentro con Cristo y compromete la misión de la Iglesia. En días pasados, puso el dedo en la llaga de los conflictos posconciliares al señalar uno de los más serios problemas de la Iglesia, como es la confusión entre fe e ideología. Con sencillez afirmó: “si un cristiano se convierte en discípulo de la ideología ha perdido la fe”. No atacó alguna en específico. Señaló una tentación que es preciso combatir y de la cual nadie se escapa. Las ideologías atrapan y encierran a la razón, pues implican, siempre, visiones parciales y excluyentes de nuestra compleja condición humana. Ser católico, por el contrario, es una vocación por la universalidad afirmada en lo específico de cada persona. Jesús abraza a la humanidad y, como el buen pastor, conoce a cada oveja por su nombre. En su denuncia Francisco utilizó una imagen familiar. Cuando encontramos una iglesia cerrada “tenemos una sensación extraña”, no se entiende qué sucede pues “la gente no puede entrar” y “el Señor que está dentro no puede salir”. La Iglesia se comprende sólo cuando está de puertas abiertas. En este momento, seguro, ideólogos de diversos colores disfrazados de teólogos, alzarán la ceja ante la imprecisión del Papa. Dios no puede estar encerrado; pero se equivocan. La metáfora es precisa. Refiere a los doctores de la ley, grandes eruditos, a quienes Jesús fustigó por tener las llaves del reino y no dejar pasar a nadie. Tenían la cabeza llena de estrategias para defender a Dios, mientras atacaban al Nazareno. Es claro. “En las ideologías no está Jesús: su ternura, su amor, su mansedumbre”. Por eso los cristianos ideologizados se tornan “rígidos, moralistas, especialistas en ética, pero sin bondad”. Han perdido el contacto con Cristo y, en consecuencia, con las personas. La tentación ideológica es cotidiana en nuestra cultura tan marcada por los muchos puritanismos, creados por la dictadura del relativismo, en donde cada quien, según su interés, es Dios para sí mismo. No obstante, tiene solución. “La llave que abre la puerta a la fe es la oración”, porque en ella el encuentro con Jesús se torna cotidiano. Sin oración Cristo se convierte en una idea la cual, como siempre, reducimos a nuestra medida y cambalachamos a conveniencia. La oración se realiza en intimidad, se expresa en comunidad, se dimensiona al contemplar la eucaristía y al meditar en los demás sacramentos. Entonces sucede un pequeño milagro. La esperanza se llena de razones, la Iglesia de alegría y nos ponemos en camino. La misa y las devociones populares, tan defendidas por los Papas, como las peregrinaciones y los rosarios, no son trámites religiosos. Son la vida misma del católico de a pie, pecador consuetudinario. Quienes desconfían de Francisco recibirán el mensaje con reserva. Por decir cosas semejantes, Ratzinger fue alabado y acusado, al mismo tiempo, de conservador y piadoso según la filiación ideológica del crítico. Lo cierto es que Francisco habló con sabiduría. Estamos ante un problema de la mayor relevancia, pues entorpece el testimonio de cada cristiano, su capacidad de hacer Iglesia y de construir una cultura llena de humanidad, encuentro y diálogo. jorge.traslosheros@cisav.org

sábado, 26 de octubre de 2013

Llevaban 68 años casados y murieron juntos y tomados de la mano: una historia real de amor

24 octubre 2013 



Era una pareja de ancianos. Llevaban 68 años casados. Murieron hace unos días en un accidente de tráfico en Estados Unidos. 

Pareja enamorada y centenaria, muere atropellada cogida de la manoLas autoridades descubrieron a la mujer, agonizante, tomada fuertemente de la mano de su esposo que ya había fallecido.

Floyd y Margaret Nordhagen, de 92 y 88 años respectivamente, fueron encontrados uno al lado del otro y sostenidos de la mano, tras sufrir un accidente vehicular en la localidad de Spokane, estado de Washington (Estados Unidos).

El accidente se produjo el 13 de octubre, cuando el vehículo en el que viajaban Floyd y Margaret fue embestido por una camioneta al intentar hacer un giro.

Cuando las autoridades llegaron a la zona del accidente, encontraron a Margaret Nordhagenaún con vida, sosteniendo fuertemente la mano de su esposo.

El policía Rob Spencer dijo a un medio local que “realmente tuvimos que pedirle que lo suelte, para que podamos sacarlo del vehículo”.  “No ves eso todos los días”, aseguró.

Margaret Nordhagen falleció algunos instantes después, en la misma zona del accidente.

Un amor fecundo
La pareja de ancianos celebró su 68 aniversario de matrimonio en julio. Tuvieron cuatro hijos, 11 nietos y 23 bisnietos.

Los amigos del matrimonio Nordhagen recuerdan a Floyd, que era dueño de una granja y criaba ganado, como un esposo cariñoso, que siempre se mostraba orgulloso de cuán bella era su esposa, y aseguraba que todos los días la besaba y abrazaba.

Un amigo de los ancianos esposos, Britches Peden, dijo que “no sé si se estaban sosteniendo las manos antes o después de que él muriera, o si ella lo agarró después, pero no importa. Ellos se habrían estado sosteniendo las manos si ellos hubieran podido, y así es como queremos recordarlos”.

¿Qué hacer cuando un familiar o amigo está en una secta?

Aleteia 24-10-2013

Se puede ayudar a un familiar o amistad a salir de una secta. No hay que perder la esperanza. Pero más que un acto concreto será un proceso, muchas veces largo. En este proceso deberá implicarse la familia, los amigos, y especialistas en sectas y en psicología clínica.
 
1.     La secta no es un buen lugar para estar.

La secta, ninguna secta, a pesar de que haya grados de peligrosidad, nunca es un lugar adecuado en el que estar. Sabemos además que de las sectas se sale. Muchas personas permanecen, pero muchas otras logran salir. En definitiva, cuando dentro del grupo no se satisfacen las expectativas y uno cree que fuera puede lograrlas, y además se da un detonante capaz de vencer la resistencia al cambio, se produce la salida de la secta. No es fácil, es un proceso difícil y doloroso. Incluso hay sectas que impiden la salida bajo amenazas y coerciones de todo tipo.

2.     Diferentes tipos de sectas: diferentes tipos de salidas (y de entradas).

Hoy en día, dentro de las agrupaciones sectarias, existen muchas que son de estructura menos rígida, más "light", más volubles, más permeables en la forma de entrar y también de salir. Hablamos de los grupos y grupúsculos, talleres, y agrupaciones de la Nueva Era. En ellas las personas entran y salen con gran libertad, dejan un grupo, dejan un sanador o gurú, y van a otros; de manera más fácil a como en las sectas más organizadas. Van perdiendo el dinero de lugar en lugar y satisfaciendo deseos y frustraciones de curso en curso y de taller en taller de propuestas pseudo-espirituales, mágicas y de sanación e interioridad. No obstante, lo que digamos valdrá tanto para este tipo de sectas de la Nueva Era como para los grupos sectarios clásicos, más organizados y estructurados.

3.     La resistencia a vencer para salir de la secta.

Las sectas siempre engañan, pero también ofrecen cubrir necesidades en los adeptos. Son necesidades no satisfechas de la persona, que la lleva a seguir en el grupo, incluso a pesar de ver las manipulaciones y engaños, pero justificándolos y permaneciendo en el grupo sectario.

Las sectas son lugares que impiden, en mayor o menor medida, el flujo y movimiento de información con el exterior; controlan los sentimientos, comportamientos y pensamientos del adepto mediante procesos de premio y castigo, mediante anulación del sentido crítico y coerción psicológica; inculcan que el exterior es malo y el interior (el grupo) es bueno; que sólo ellos están en la verdad y serán salvados; que el líder es quien conoce los destinos y es omnisciente, y que sólo él es capaz de dar luz y respuestas. Los miedos a romper con la secta a veces son imposibles de vencer para algunas personas.

4.     Distintos grupos de personas a las que ayudar a salir de la secta.

A grandes rasgos podemos distinguir cuatro tipos entre las personas que están en el grupo sectario.

(a)  Niños. Si es menor de edad la protección legal y la subordinación a sus padres es clave en un Estado de Derecho. Aquí el mayor problema está en los casos de sectas donde los padres han entrado con niños, o incluso peor, donde los niños han nacido ya dentro de la secta. Son casos de ruptura muy elevada con la sociedad que precisan un tratamiento peculiar y no fácil, quizás con ayuda de otros familiares ajenos a la secta y psicólogos de infancia. Siempre se han de respetar los Derechos de los niños, incluso frente a las actuaciones contrarias de los propios padres.

(b)  Adolescentes. Periodo complicado en la vida de cualquier persona, y objetivos de manipulación por parte de muchas sectas. Sin embargo, al ser menores de edad y depender de sus padres, la actuación de psicólogos y especialistas en sectas suele ser en general altamente positiva.

(c)  Adultos. Son mayores de edad, y en los casos generales, responsables de sus actos libres y voluntarios. El gran problema estriba en cuánta libertad de actuación existe en las decisiones que se dan con respecto a una secta, que engaña, embauca, esconde sus intereses y manipula a los adeptos.

(d)  Personas enfermas y mayores. Son un colectivo muy expuesto a las sectas, que sólo buscan su dinero y bienes, a veces testamentados. Por la debilidad propia, son fácilmente manipulables por personas que pueden darles afecto, cariño, atenciones, etc., y que pueden un buen día "aparecer" ofreciéndoles conversación, un paseo o ayuda en labores cotidianas. A veces la captación de las sectas ocurre en los mismos hospitales y centros de salud. También está el caso de personas enfermas, que no encontrando soluciones en la medicina oficial científica, acuden a todo tipo de sanadores, curanderos, masajistas o brujos para ser sanados, o bien a pseudo-iglesias de sanación, con el consiguiente riesgo que conlleva. En estos casos los familiares de estas personas deben estar atentos y cuidar y prevenir qué personas puedan estar visitando a su familiar con fines manipuladores y pretendiendo despojarla de su dinero y bienes materiales.

5.     Algunas notas generales para ayudar a una persona a salir de una secta.

Daremos pautas generales que deberán ser puestas en práctica en cada caso en concreto dentro del proceso de ayuda.

- Alta implicación de la familia, amigos, profesores, agentes de pastoral, sacerdotes, etc., que pudieran ser de ayuda y confianza para el afectado.

- Contar con la ayuda de especialistas en sectas, psicólogos, y a veces, de abogados (según la necesidad del caso).

- No es un acto puntual sino un proceso, a veces lento y doloroso, con recaídas y retrocesos. No perder la esperanza. La entrada no fue puntual sino gradual. Por ello hay que desandar el camino que dio el afectado conociendo todas las causas por las que la persona quedó enganchada a la secta.

- A veces el afectado ha huido de una situación familiar o social desesperada, o buscando lo que no tenía o no encontró en su entorno. Es necesario sanar y restablecer las condiciones previas para acomodar a la persona al entorno del que quizás huyó.

- No calificar al grupo como secta, lo que siempre tiene connotaciones negativas. Denominarlo grupo, simplemente.

- El afectado debe ir poco a poco reconociendo al grupo como una secta, pero ha de hacerlo por sí mismo, nunca de manera directiva por parte de otros ("ya te lo había dicho yo"), con humillaciones o desprecio ("eres tonto"; "siempre te engañan"). Esto lo afianza en la secta. Las verdades que asumimos más fuertemente son las que descubrimos por nosotros mismos; por eso debemos con el afectado recorrer un camino juntos: familiares, amigos y afectado. Sólo así él irá viendo por sí mismo la realidad del grupo sectario.

- No cortar nunca las vías de comunicación con el afectado. Estar disponibles para que el afectado hable con confianza. Escucharle y no aleccionarle.

- Ofrecer siempre cercanía y amor incondicional al afectado. La mayoría de los adeptos permanecen en la secta por el que dirán sus familiares y amigos al volver.

- En los primeros momentos la persona puede estar muy alejada de los patrones, modos, concepciones, ideas, incluso lenguaje, de sus familiares y amigos. Ser pacientes, el afectado ha sido dañado en sus juicios lógico-críticos y en sus propios sentimientos, habiéndosele reeducado y manipulado su historia pasada.

- El diálogo con el tiempo deberá ser más frecuente, más íntimo, más profundo. Irá dándose de manera natural y gradual (si bien con pasos hacia atrás y recaídas). Al principio no abordar temas conflictivos o profundos, sino entablar diálogo general y superficial de temas cotidianos, sobre todo si las relaciones familiares fueron disueltas y se están reconstruyendo.

- Esto supone un interés real en las actividades y en el grupo sectario en el que ha estado o está. El afectado ha de notar y sentir de manera efectiva que "sus cosas" (ideas, grupo, actividades,...) son importantes para sus familiares y amigos. No despreciar este acercamiento, si bien mantener prudencia.

- No agobiar al afectado con llamadas telefónicas o mensajes de móvil. Estar disponibles para él, pero sin quemar etapas; él irá recuperando la confianza y venciendo los miedos que le han construido contra su mundo anterior a la secta.

- Conforme se va obteniendo información del grupo sectario y los procesos de captación vividos hay que ponerlos en conocimiento de especialistas en sectarismo y psicólogos especializados. Esto ayudará a ir adecuando el modo de proceder.

- Valorar lo que el grupo ofrece de positivo, pero mostrar (aunque sea de manera indirecta) que no todo es tan perfecto en esa agrupación. O que hay más motivaciones y fines que los simples y aparentes. No obstante, quien debe ir viendo la realidad global del grupo ha de ser el afectado por sí mismo. Hacerlo a modo de sugerencias.

- Por otro lado, en las sectas la mayoría de las personas que la integran desconocen lo que en la cúpula se hace y cómo se manipula. Distinguir ante el afectado entre los integrantes de las bases (muchos de ellos amigos suyos ahora) y los líderes de la secta.

- Evitar buscar culpables, ni hacia el afectado ni hacia los familiares. La ayuda psicológica y terapéutica también deberá incidir sobre el resto de familiares para ayudar en este proceso.

- No dar dinero al afectado sino ayudarle de manera directa en lo que necesite (comida, alojamiento, vestido, etc.), pero nunca darle dinero, que acabará en la secta.

- Las sectas suelen reeducar a los adeptos haciéndoles leer su vida en sentido negativo. Para ello volver a traer al recuerdo del afectado momentos alegres del pasado, vivenciándolos como agradables y reencontrarlo con antiguas amistades.

- Ayudar al afectado a proyectarse de manera feliz, libre y autónoma, en un futuro que él construya al margen del grupo sectario.

- Buscar asesoramiento jurídico si fuera necesario (casos de donaciones al líder o al grupo, pérdidas monetarias, testamentos, tutelas,...).

- El procedimiento puede verse frustrado con la vuelta al grupo del afectado. Para el mejor desarrollo y desenvolvimiento es importante contar con la ayuda de especialistas en esta problemática y no acometer en solitario un proceso de este tipo.

- Acudir a Dios pidiendo por el afectado y por el buen desarrollo del proceso de ayuda.

¿Dónde acudir?

Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). Secretaría de España:ries.secr@gmail.com. Secretaría de Iberoamérica: ries.america@gmail.com.

BIBLIOGRAFÍA

LIBROS:
-José Mª Baamonde, La manipulación psicológica de las sectas, Paulinas, Madrid, 2003.
-Varios autores de la RIES, "Sectas y familia", Revista Familia, Instituto Superior de Ciencias de la Familia, Universidad Pontifica de Salamanca, nº 44, Salamanca, 2012.
-Manuel Guerra, Las sectas. Su dimensión humana, sociopolítica, ética y religiosa, EDICEP, Valencia, 2011.

AUDIOS:

El Papa Francisco explica por qué la Virgen María es modelo para los católicos

El Papa Francisco explica por qué la Virgen María es modelo para los católicos

Francisco anima a la Iglesia a acercarse a los matrimonios separados o en crisis


Francisco expresó hoy que la Iglesia católica se acerca a las familias que atraviesan dificultades y a los matrimonios en crisis o ya separados, en un discurso a los participantes en la XXI Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia, que se celebra en el Vaticano.

El papa habló sobre en la importancia de la familia basada en el "sacramento del matrimonio" y la relevancia de ésta para la evangelización.

"Proponemos a todos, con respeto y coraje, la belleza del matrimonio y de la familia, y es por esto que nos acercamos con atención y afecto a las familias en dificultad, a las que se ven obligadas a dejar su tierra, a las que se han roto, a las que no tienen casa o trabajo, y a las que por tantos motivos sufren, a los cónyuges en crisis o ya separados".

"Queremos estar cerca de todos", agregó el papa, que hace algunas semanas anunció la organización de un sínodo extraordinario sobre la pastoral de la familia, y en el que se tratarán asuntos como la concesión de la Comunión a los divorciados.

Para el pontífice argentino, la familia es el "motor del mundo y de la historia" y agregó que es en el seno de la familia, "formada por papa, mama y hermanos" donde "la persona toma conciencia de su propia dignidad y, especialmente, si la educación es cristiana, reconoce la dignidad de los demás, y de manera particular de los enfermos, débiles, marginados".

El papa reiteró el concepto católico de familia que se basa en el matrimonio y explicó que "a través de un acto de amor, libre y fiel, los esposos cristianos testimonian que el matrimonio, como sacramento, es la base en la que se funda la familia y hace más solida la unión de los cónyuges y su recíproco donarse".

"En el matrimonio se dona el uno al otro completamente sin cálculos, sin reservas, compartiendo todo, dones y renuncias y confiando en la Providencia de Dios", agregó Jorge Bergoglio.

El papa hizo hincapié en dos fases de la familia: la infancia y la vejez para denunciar que "quien abandona a los niños y margina a los ancianos arranca sus raíces y oscurece su futuro".

"Cada vez que un niño es abandonado o un anciano marginado -agregó el pontífice- se cumple un acto de injusticia y supone el fracaso de la sociedad".

El papa relató a los participantes en esta audiencia que cuando confiesa a un padre de familia le pregunta cuántos hijos tiene y después si juega con ellos, si pasa el tiempo con ellos.

"Es importante pasar tiempo con los hijos, jugar con ellos", agregó Bergoglio al comentar que muchos padres le refieren que cuando se van a trabajar sus hijos ya están dormidos y que cuando vuelven ya están metidos en la cama.

El papa Francisco observó que aunque una pareja de esposos se puede pelear es importante que no termine la jornada sin hacer las paces.

"El sacramento del matrimonio se renueva con el acto de la paz. No es fácil seguir este camino, pero es muy bello y hay que decirlo a los jóvenes", aseveró.

(Rd/Agencias)