viernes, 12 de abril de 2013

Francisco a Kiko Argüello: “¡Menudo lío has armado! ¡Pero tenemos que continuar con ese lío!”


religión Digital 09 de Abril de 2013
¿Cómo ha recibido al Papa Francisco el Camino Neocatecumenal? RD ha tenido acceso a un documento exhaustivo que prueba la enorme alegría con la que su elección fue acogida entre losNeocatecumenales, más conocidos como Kikos, por el nombre de uno de sus fundadores, Kiko Argüello. El día 21 de marzo, en la parroquia madrileña de Santa Catalina Labouré, Kiko pronunció todo un alegato en favor de Francisco: "Es maravilloso", "va a ser una bendición para nosotros" y "vamos a pedir por él, para que no se lo carguen, para que no se muera pronto y pueda hacer las reformas que tiene que hacer".
Reproducimos grandes extractos de su discurso:
KIKO
Buenas noches a todos, hermanos. Traemos la gran alegría de que tenemos un nuevo Papa que se llama Francisco, que serámaravilloso. Yo le he saludado ayer y le hemos pedido una audiencia, es verdaderamente fantástico.
Toni Figueredo, un monseñor, hermano del Camino, que ha trabajado con él en el Sínodo me dijo: ven conmigo, que está en Santa Marta, y te voy a presentar al Santo Padre. Entonces, me llevó, estaba en la Capilla, después de la Misa, rezando, y esperamos fuera. Estaban cuatro cardenales. Y nada más salir se acercó a los cardenales y vino hacía mí. Me puse de rodillas, le besé la mano y le dije que era Kiko Argüello. ¡Oh, muy bien, muy bien —me dijo. Le dije que me gustaría tener una audiencia para poder hablar de la Misión en las 100 plazas en Roma, y me dijo que sin duda, que hablara con el secretario, y que le parecía maravilloso salir a las calles a anunciar el evangelio.
Después me preguntó por Pili, porque conoce a Pili Antelo y me preguntó por su madre (porque está enferma su madre). Y me dijo: ¿Sabes que yo la llamo la pastora? Me contó Pili que la llamaba la pastora en los encuentros que ha tenido con ella. Pili le dijo una vez al Papa que no le gustaba: “¿Por qué me llama la pastora?” Y dice: “¿Por qué? ¿No te gusta que te llame la pastora” Y dijo Pili: “¡Es que me parece protestante!” Y después dice el Papa: “Bueno, ¿el pastor quién es?” Dice Pili: “¡Usted!” “¡Bueno, pues si yo soy el pastor, a mí me gusta que tú seas la pastora!”
Y como me preguntó por Pili, entonces la llamé y le dije que viniera a Roma a saludarlo. Y esta mañana ha ido a saludarle. ¿Qué ha pasado? Cuéntanos.
Padre MARIO
Kiko, te has olvidado de lo más importante. Lo que me has contado tú porque yo no estaba. En cuanto ha visto a Kiko le ha dicho el Papa: ¡Menudo lío has armado en la Iglesia!
KIKO
Nada más verme me dice: “¡Menudo lío has armado! ¡Pero tenemos que continuar con ese lío!” —eso fue lo primero que me dijo, que había que continuar el lío armado.
Pili Antelo es de la parroquia de San José, que es la responsable del equipo itinerante de Argentina, que estaba con el P. Carmelo, han estado muchos años juntos, que ahora está muy enfermo. Y ahora tenéis otro sacerdote y un chico que está con vosotros. En Argentina, ¿en cuántas diócesis está el Camino?
PILI ANTELO
El Camino está en 33 diócesis, en el 50% de las diócesis de Argentina. Lo que Anuncio de Pascua 2 pasa es que hay pocas parroquias con el Camino en cada diócesis. Comunidades hay unas 250 y en Buenos Aires hay unas 25 ó 30, porque en la actualidad hay seis parroquias más la Parroquia Armena. Y nos han echado, o no ha llegado a estar el Camino, en once parroquias.
KIKO
Ha sido muy difícil tuvieron un proceso teológico. Nos acusaron de herejías en una diócesis del sur, la diócesis de Viedma. Y a esta pobrecilla se las han hecho pasar moradas. Al final te hicieron un proceso con toda una serie de teólogos allí. ¿Y fuiste absuelta o no?
PILI ANTELO
¡Fuiste absuelto tú! Porque era el mamotreto el que estaba en cuestión.
KIKO
Nos acusaban por las catequesis, de que en la cuarta catequesis… Un follón, lo hemos pasado fatal. En aquella época había muchos obispos muy integristas, muy unidos a los políticos de la dictadura; hemos sufrido mucho. Pero ahora, gracias a Dios, es distinto. Esta mañana, ¿qué ha pasado?
PILI ANTELO
Lo primero de todo, antes de decir lo de esta mañana, es que tienes que dar gracias a Dios por haber podido estar ayer en la Misa, porque yo iba también para estar en la Misa, y no sólo no me han dejado entrar a mí sino que no han dejado entrar a Toni Figueiredo; estaba completamente cerrado. Como no hemos podido entrar en la Misa dice Toni: “¿Y ahora qué hacemos?” Le digo: “¡Pues como no lo digas tú! ¡Todo menos volverme a España!” Total, que hemos estado esperando. Para abreviar, el P. Mario me hizo en broma una sugerencia pero no hemos podido llevarla a término…: quería que me vistiera de monja a ver si así… ¡Yo lo único que le he dicho era si podía elegir el color! Una broma, claro. A todo esto, lo único que se le ha ocurrido a Toni ha sido meterme en el Vaticano con Leonardo —que ha sido un ángel para mí, porque así por lo menos había uno con una presencia un poco solemne— y que estuviéramos medio escondidos, merodeando en la casa de Santa Marta, porque el Papa tenía que ir a comer a la 1 de la tarde; entonces sería el momento del asalto. Medio escondidos ahí, inmediatamente han venido, han hablado con Leonardo. Al final hemos conseguido quedarnos a unos veinte metros de la puerta. Les hemos dicho que íbamos a ser buenos, que no nos íbamos a mover de ahí y que en cuanto llegara el Papa le saludaríamos con la mano. Y ya estábamos resignados a eso. Yo le dije a Leonardo: ¡sólo con la mano no: le voy a pegar un grito y ya está! Y ¿qué ha pasado? Que a través de toda una serie de cosas, el Papa se ha enterado y ha dicho que me dejaran pasar. Entonces, he pasado a Santa Marta y rápidamente me ha agarrado del brazo y me ha llevado a una salita.
KIKO
¿Pero tú a la Seguridad le has dicho que eras “la pastora”?
PILI ANTELO
Anuncio de Pascua 3 Claro, porque a mí me han preguntado: “¿Pero bueno, usted quién es?” Como son italianos y no entienden lo de pastora, pues le he dicho: “Díganle, si tienen posibilidad de hablar con el Papa, díganle que está la pastora”. Ha sido entonces cuando el Papa ha permitido que pasara, me ha metido en una salita, se ha sentado el Papa a mi lado. El Papa me ha saludado, me ha agarrado así y me ha dicho: ¡Ven para acá, Pili! Y encima, llegamos a una habitación y le digo: “¡Pase, Padre!” Y me dice: “¡No, no, pasa tú!” Y me ha hecho pasar a mí delante de él. Ha sido estupendo, lo primero que le he dicho es que estaba emocionada, que no sabía cómo decirle que estoy contentísima de que sea el Papa. Y felicitaciones —porque así se dice en Argentina. Y dice: “¿Me dices felicitaciones con la que me ha caído encima?” Y le digo: “¡Sí, porque yo creo en el Espíritu Santo, y eso es lo que tiene que hacer usted! Y me dice: “¡Pues tienes razón!” Enseguida me ha dicho que habías estado ayer con él. Y le digo: “¡Pero el equipo quiere una audiencia!” Y dice: “Sí, sí, ya me lo ha dicho Kiko, eso se va a arreglar”, no ha comentado más.
Después de eso enseguida me ha preguntado por mi mamá, me ha dicho que le da alegría que pueda estar siguiendo la evangelización en Argentina y al mismo tiempo —o sea, que lo alterne— atendiendo a mi mamá que está ahora en el hospital clínico. Después de eso, de felicitarle, le he sacado a relucir lo de la misión por las plazas. Y le he dicho en Buenos Aires dónde, porque él ubica muy bien. Y se ha puesto contento. Y le digo: “¡Pero aquí son 100 plazas, 500 comunidades!” Dice: “¡Qué barbaridad!” Todo contentísimo. Dice: “¡Pili, no podemos seguir esperando a que vengan a la Iglesia para anunciar a Jesucristo: hay que salir a anunciarlo, porque la gente necesita conocerlo, porque hace falta que se dé el amor!” Le digo: “Claro, hace falta que se dé el amor, pero si uno no tiene el amor, ¿qué hace? ¡Habrá que pedírselo a Jesucristo!” Todo muy bien, estupendo. Y volvía a decir: “Reza por mí, reza por mí”. Y le he dicho que sí, que yo le prometía que diariamente lo haría. Le dije: “¡Siempre me lo pedía, pero ahora con más motivo! Y por otra parte, siga como lo está haciendo, siga así porque le aseguro que está ganando el corazón de la gente con las actitudes que está teniendo”. Y dice: “¡Ah, pues la verdad es que me alegra, porque si el Señor quiere servirse de mí para ganar el corazón de la gente, bendito sea Dios!”
KIKO
¡Y te has hecho una foto con él! ¡Y te ha dado la bendición!
PILI ANTELO
Claro, eso sí, por supuesto. Cuando ya nos íbamos le he dicho: “¿Pero me va a dar la bendición, verdad?” Y dice: “¡Claro, para ti, para tu mamá!” Y le digo: “¡Sí, y para mi comunidad, para mi equipo, y para todo el Camino Neocatecumenal!” Dice: “¡Claro!” Y me ha dado la bendición. Y entonces le digo: “¿Le puedo dar un beso, como siempre?” Dice: “¡Claro!” Entonces me he despedido dándole un beso. Abre la puerta y estaba esperándole Mons. Vartán Waldir Boghossian, S.D.B., exarca armeno de América Latina y México. Y le digo: “Perdóneme, porque por pasarme a mí le ha hecho esperar a Mons. Boghossian, perdóneme Mons. Boghossián”. Y dice: “¡No, si yo lo único que quiero es hacerme una foto con el Papa!” Y se ha puesto solo. Y digo: “¡Ah, pues si usted se la hace, yo también!” Y a uno de los guardaespaldas o de seguridad, le he dado mi teléfono para que me hiciera la foto. Y me dice por lo bajo: “¡Eso, sonríe y luego vendes la foto!”
KIKO
Anuncio de Pascua 4 Muy bien, un aplauso a Pili, la pastora.
CARMEN
Carmelo era el presbítero del equipo. Le pregunté el otro día: “¿Pero celebró con vosotros?” Y me dice: “Sí, cuando los estatutos y los cuarenta años del Camino vino y celebró con nosotros, presidiendo él y celebrando la eucaristía como la hacemos nosotros”. Y me dijo que cuando una parroquia no funcionaba bien decía: “¡Dejar esa parroquia!” Y llamaba él mismo y decía dónde tenía que ir.
KIKO
Carmelo, que es el presbítero del equipo, que pobrecillo, tiene un enfisema pulmonar y no puede respirar, está todavía con oxígeno. Ha sido maravilloso. Me contó Pili que ha sido un verdadero pastor con el Camino. Un párroco, el año pasado, os pedía que le pagarais cada eucaristía. Y cuando se lo contó el equipo al Papa, se levantó, llamó por teléfono y le dijo al párroco que nada de eso. Y después os dijo que en esa parroquia, con ese párroco no había nada que hacer. Y dijo él mismo: ¡con ese cura no tenéis nada que hacer! Y llamó a otro párroco cercano y le dijo que acogiera a las comunidades. Y están tan contentos. Y ha presidido la eucaristía de los cuarenta años del Camino, la preside contentísimo tal como la hacemos nosotros, con el pan ácimo, etc. Muy bien. Os leo una carta que yo le he escrito al Santo Padre. Toni Figueiredo, este sacerdote amigo del Papa que era secretario suyo en uno de los Sínodos —como Mons. Bergoglio, era relator de uno de los sínodos, se hicieron amigos—, y le conoce. El mismo Papa llamó a Toni Figueiredo y le dio una audiencia porque quería hablar con él. Y sabiendo Toni esto me dijo: “Mañana me ha dicho el Papa que vaya a hablar con él”. Y le digo: “Pues mira, te voy a dar una carta y se la vas a dar, le he escrito esta carta para que la lea delante de ti”.
La carta dice así:
Querido Padre, Ha sido para nosotros una gran alegría y consuelo su elección a Sumo Pontífice. Y el nombre que ha elegido nos llena de esperanza, Francisco, sea por el pobrecito de Asís, sea por san Francisco Javier: pobreza y evangelización, amor a la cruz y anuncio del evangelio. Qué maravilloso programa para su ministerio petrino y para toda la Iglesia. El Señor nos ha inspirado, en el Año de la Fe, el ofrecer las comunidades neocatecumenales para el anuncio del evangelio por las plazas de Roma. Así lo hemos acordado con el Card. Vallini, Cardenal Vicario del Papa para la diócesis de Roma: cien plazas de Roma, durante los domingos del Tiempo pascual.
Actualmente en Roma el Camino está presente en 104 parroquias con cerca de 500 comunidades, que están llenas de jóvenes y de gente que estaba lejos de la Iglesia. Hemos presentado el proyecto al alcalde de Roma, Gianni Alemanno, que se ha mostrado entusiasta y nos ha dado las gracias por el bien que hacemos a la ciudad de Roma. Serán cinco domingos seguidos en cada plaza, siempre cercanos a una parroquia. Lo haremos también en Madrid y en todo el mundo. Hemos calculado que aproximadamente anunciaremos el kerigma en cerca de diez mil plazas en todo el mundo. Le mando un pequeño folleto de Madrid, que está en español. También lo haremos en Buenos Aires. La responsable, Pili Antelo, nos ha dicho lo bueno que ha sido con ellos y lo bueno que ha sido usted con el Camino.
Y le he metido en la carta este folleto en español: Gran Misión Madrid, con todo lo que pone aquí dentro para que lo vea. Queridísimo Padre, me gustaría pedirle una audiencia, posiblemente con Carmen y el P. Mario, para conocerle personalmente, y sobre todo para ver juntos la posibilidad de que pudiera recibir a los 100 equipos de catequistas que anunciarán a Jesucristo por las plazas, para que puedan recibir una bendición de envío; quizás podría ser algún día de la primera semana de Pascua, dado que el primer encuentro será el segundo domingo de Pascua. O quizá podríamos tener un encuentro con las 500 comunidades de Roma que saldrán a las plazas. Pienso que eso sería un aldabonazo para toda la Iglesia de lo que el Papa piensa: la urgencia y necesidad de anunciar el evangelio. Hemos sufrido tanto por la Feria Quarta, y así, su elección, para nosotros, ha sido una verdadera salvación, no obstante que el Papa Benedicto XVI siempre nos ha defendido y ayudado. Gracias por su benevolencia y ternura. Que la Santa Virgen María, la Inmaculada Concepción, que ha inspirado este Camino, le ayude en todo. Pido su bendición y le ruego rezar por mí que soy un pecador. Kiko Argüello
Entonces, Toni Figueiredo le ha dado este folleto y también otro cartel de esta imagen que será la imagen de la misión que haremos en todas las plazas. En la plaza pondremos una pancarta que dirá: Gran Misión Madrid o Gran Misión Albacete, lo estamos haciendo para todas las ciudades. Sergio lo está haciendo para todos los itinerantes. Después Toni, como estaba allí, en Santa Marta, al otro día me dijo: ¡Acompáñame, que te lo voy a presentar! Y fui a hablar con él y ya os he contado lo que me dijo. Hemos entregado ya una carta pidiendo una audiencia. O quizá en el aula Pablo VI, para el sábado in albis, anterior al domingo en que ya partimos para las plazas, tener en el Aula Pablo VI con todos los responsables, los equipos y un grupo de las comunidades, un encuentro.
Hemos enviado una forma de oración de envío, lo que haremos aquí con el Card. Rouco, que haremos quizás en la Catedral. Pues lo mismo haríamos con el Papa allí. Os digo que es verdaderamente algo maravilloso.
Como sabéis, algunos no quieren que hagamos la Eucaristía en pequeña comunidad en las salas; quieren que hagamos la Misa todos juntos en el altar consagrado en las iglesias. Ha habido una reacción integrista contra nuestras celebraciones. Algunos decían que el Camino da más importancia a la pequeña comunidad que al misterio eucarístico que celebra; lo cual es una profunda calumnia. Y sabéis que el Papa sometió la cuestión para su estudio a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En el fondo, se ponía en duda el artículo 13 del Estatuto, que dice que el Camino Neocatecumenal celebra la Eucaristía del domingo, el sábado por la noche, después de las primeras vísperas del domingo. A algunos les parecía que teníamos que ir con toda la parroquia el domingo por la mañana. Sabemos que en las 3 reuniones de la llama Feria quarta, el órgano máximo de la Congregación para la Doctrina de la Fe, casi todos los cardenales nos defendieron. Con todo este follón hemos estado sufriendo mucho. Hemos estado sin dormir, orando, sabiendo que podían prohibirnos la celebración de la Eucaristía en pequeña comunidad, cosa que sería la destrucción del Camino.
Gracias a Dios, el Papa Benedicto XVI debió decir a la Congregación para la Doctrina de la fe que todo tenía que ser decidido de común acuerdo con los Iniciadores del Camino. Nosotros hicimos una propuesta que fue llevada a la Feria quarta y aprobada. Cuando debía ser ratificada por el Papa, el Papa ha renunciado. Con lo cual, todo está en manos del nuevo Papa.
El Papa Francisco lo primero que ha hecho es celebrar la Misa en la Capilla Sixtina no en el altar fijo, como estaba previsto, sino en un altar móvil, preparado ad hoc. Con esto estaba ratificando las disposiciones del Misal romano que establece que la Misa se puede celebrar también en un altar móvil, en contra de lo que quieren algunos muy tradicionalistas, que son los que critican que celebremos no necesariamente en la iglesia, sino en salas conveniente y decorosamente preparadas.
Sabéis que estamos haciendo unas salas bonitas, como una especie de capillas, que forman parte del catecumenium, con pinturas, con un altar fijo de cristal, un altar que no se mueve. El P. Mario ha leído un libro que se llama El retorno del clericalismo, que dice que vuelve a la Iglesia el clericalismo, todo un movimiento en contra del Concilio Vaticano II. Por eso es un gesto muy importante el que ha hecho el Papa Francisco de celebrar en un altar móvil en la Capilla Sextina y no en el altar preconciliar, adosado a la pared, donde se celebraría la Misa de espaldas al Pueblo. Y ha salido en todos los periódicos: ¡Vuelve el altar del Concilio!, salió en primera página, ¡Retorna el Concilio! Y esto ha sido una gran alegría para nosotros, hermanos.
Siendo arzobispo, el Papa ha celebrado la Misa en las cárceles de Buenos Aires con un altar pobre, con los presos como se ve en algunas fotos. Y el próximo Jueves Santo va a celebrar la Misa de Jueves Santo en la cárcel de menores de Roma. Me decía el Card. Cañizares que el sufrimiento que hemos tenido ha dado su fruto, que es este Papa, el Papa Bergoglio, que es jesuita, verdaderamente un hombre de Dios. Mirad lo que dice el Card. Bergoglio, que estuvo estudiando aquí en España y que es amigo del Card. Rouco:
El cardenal Bergoglio pide a los católicos que no tengan miedo a evangelizar la ciudad
El Arzobispo y Cardenal de Buenos Aires, S.E.R. Jorge Mario Bergoglio, exhortó ayer a los católicos a «no tener miedo» de salir a evangelizar la ciudad. Propuso una nueva pastoral urbana del encuentro y el acompañamiento, frente a «la no mirada», que consiste en «ni siquiera ‘ver’ al excluido» o en que «el que duerme en la calle no se ve como persona sino como parte de la suciedad y abandono del paisaje urbano, de la cultura del descarte, del ‘volquete’».
Otro mensaje a los sacerdotes de Mons. Bergoglio, que dice:
Les he dicho a mis sacerdotes: Haced todo aquello que creáis que tenéis que hacer en vuestro ministerio, pero tenéis que saber que tenéis que aceptar vuestra responsabilidad, y después tenéis que abrir las puertas. Nuestros sociólogos nos dicen que la influencia de una parroquia es de seiscientos metros a su alrededor. En Buenos Aires hay casi dos mil metros entre una parroquia y otra. Les he dicho entonces a los sacerdotes: Si podéis, salid de la Anuncio de Pascua 7 parroquia, alquilad un garaje y, si encuentran a algún laico disponible, dispuestos a dar catequesis, que vaya. Que esté un poco con esa gente, haga un poco de catequesis y que hagan un grupo con aquella gente. Y después, si se forma un grupo, que los laicos les den la comunión. Y un párroco me dijo: «Pero padre, si hacemos esto la gente deja de venir a la iglesia, irá a estos garajes». Le contesté, “¿Pero por qué dices eso? ¿Es que ahora vienen a Misa? Yo me refiero a los que no vienen”. “No”, me dijo. ¡Entonces! Hay que salir de nosotros mismos, hay que salir también del recinto de las propias convicciones consideradas inalienables.
Bueno, hay un montón de cosas que ha dicho con una fuerza enorme. Otro, el mensaje de Semana Santa de este año 2012, que dice:
A los párrocos y responsables de comunidades educativas: Hace años que todos trabajamos por lograr que la iglesia esté en la calle tratando que se manifieste más la presencia de Jesús vivo. La calle, anunciar el evangelio por las calles. Nosotros no sabíamos que pensaba de esta forma, no hemos pensado ir a las calles porque el nuevo Papa piensa así. O sea, que ha sido una coincidencia del Espíritu Santo. Es el esfuerzo de vivir aquello que rezamos tantas veces en la Misa “que todos los miembros de la Iglesia sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en la fidelidad al Evangelio; que nos preocupemos de compartir en la caridad las angustias y las tristezas, las alegrías y las esperanzas de los hombres, y así les mostremos el camino de la salvación”.
En mayor o menor medida muchas comunidades aceptaron ese desafío. Aparecida confirmó el camino y nos mostró que, para que no sea un chispazo, necesitábamos una conversión pastoral. La necesitamos continuamente porque muchas veces tenemos la tentación de volver a nuestras cebollas de Egipto. Todos sabemos que la realidad de nuestras parroquias resulta acotada en relación a la cantidad de personas que hay y a las que no llegamos. La Iglesia que nos llama constantemente a una nueva evangelización nos pide poner gestos concretos que manifiesten la unción que hemos recibido. La permanencia en la unción se define en el caminar y en el hacer. Un hacer que no sólo son hechos sino un estilo que busca y desea poder participar del estilo de Jesús. El “hacerse todo a todos para ganar a algunos para Cristo” va por este lado. Salir, (salir de la parroquia), compartir y anunciar, sin lugar a dudas, exigen una ascesis de renuncia que es parte de la conversión pastoral.
El miedo o el cansancio nos pueden jugar una mala pasada llevándonos a que nos quedemos con lo ya conocido que no ofrece dificultades, nos da una escenografía parcial de la realidad y nos deja tranquilos. Otras veces podemos caer en el encierro perfeccionista que nos aísla de los otros con excusas tales como: “Tengo mucho trabajo”, “no tengo gente”, “si hacemos esto o aquello ¿quién hace las cosas de la parroquia?”, etc. Igual que en el año 2000 quisiera decirles: Los tiempos nos urgen. No tenemos derecho a quedarnos acariciándonos el alma. A quedarnos encerrados en nuestra cosita... chiquitita. No tenemos derecho a estar tranquilos y a querernos a nosotros mismos…Tenemos que salir a hablarle a esta gente de la ciudad a quien vimos en los balcones. Tenemos que salir de nuestra cáscara y decirles que Jesús vive, y que Jesús vive para él, para ella, y decírselo con alegría... aunque uno a veces parezca un poco loco. 
Cuántos viejitos están con la vida aburrida, que no les alcanza, a veces, el dinero ni para comprar remedios. A cuántos nenes les están metiendo en la cabeza ideas que nosotros recogemos como gran novedad, cuando hace diez años las tiraron a la basura en Europa y en los Estados Unidos, y nosotros se las damos como gran progreso educativo. Cuántos jóvenes pasan sus vidas aturdiéndose desde las drogas y el ruido, porque no tienen un sentido, porque nadie les contó que había algo grande. Cuántos nostálgicos, también los hay en nuestra ciudad, que necesitan un mostrador de estaño para ir saboreando grapa tras grapa y así ir olvidando. Cuánta gente buena pero vanidosa que vive de la apariencia, y corre el peligro de caer en la soberbia y en el orgullo. ¿Y nosotros nos vamos a quedar en casa? ¿Nos vamos a quedar en la parroquia, encerrados? ¿Nos vamos a quedar en el cementerio parroquial, o del colegio, en las internas eclesiales? ¡Cuando toda esta gente nos está esperando! ¡La gente de nuestra ciudad!
Una ciudad que tiene reservas religiosas, que tiene reservas culturales, una ciudad preciosa, hermosa, pero que está muy tentada por Satanás. No podemos quedarnos nosotros solos, no podemos quedarnos aislados en la parroquia y en el colegio. La Semana Santa del 2013 se nos presenta como una nueva oportunidad para desinstalar un modelo cerrado de experiencia evangelizadora que se reduce a “más de lo mismo” para instalar la Iglesia que es de “puertas abiertas” no porque sólo las abre para recibir sino que las tiene abiertas para salir y celebrar, ayudando a aquellos que no se acercan. ¡Hay que buscar a los que no se acercan! Con estos pensamientos miro la próxima celebración de Ramos, es la fiesta del andar de Jesús en medio de su pueblo siendo bendición para todos los que se encontraban a su paso.
Les ruego que no privaticemos la fiesta que es para todos y no para algunos. La Arquidiócesis ha hecho la opción de celebrarla, misioneramente el sábado por la tarde desde las columnas y puestos misioneros en las distintas Vicarías. Sin embargo la adhesión es todavía muy pobre. Por eso les pido a los Párrocos y a los responsables de los Colegios que convoquen y movilicen sus comunidades para ese momento fuerte de fe y anuncio con la certeza de que la vida de nuestros fieles se renueva cuando experimentan la belleza y alegría de acercarse a los hermanos para compartir la fe: "es imposible que un hombre haya acogido la Palabra y se haya entregado al Reino sin convertirse en alguien que a su vez da testimonio y anuncia". Con paternal afecto.
Card. Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires 25 de febrero de 2013.
KIKO:
Una carta escrita a los párrocos este año. ¡Damos un aplauso! O sea, que nada de quedarse en la parroquia, cercaditos, sino que hay que salir y hacer en los garajes, en las plazas, donde sea, anunciar el evangelio, ir a buscar a la gente; eso dice el Papa. Fijaros qué fenómeno, qué ideas tiene, qué maravilloso. O sea, que esta idea que Dios nos ha inspirado a nosotros, de ofrecer los hermanos para anunciar por las plazas el kerigma, pues es una prueba de que el Espíritu Santo existe y Anuncio de Pascua 9 que estamos unidos en esta misión maravillosa. Cómo no vamos a bendecir al Señor por este Papa, que va a ser para nosotros una enorme bendición.
En la ciudad de Los Ángeles —me dijo Giuseppe Genarini—, nos iban a echar de cincuenta parroquias. O íbamos a celebrar la Misa el domingo por la mañana, todos juntos, a la iglesia, o fuera. Bueno, pues antes de ayer, después de este Papa, ha salido un documento que dice que se permite a las comunidades neocatecumenales celebrar la Eucaristía en las salas. Primer fruto de este Papa, primer fruto. Claro, el Papa dice: ¡Hacéis la Misa de esta forma porque queréis ayudar a los jóvenes, queréis ayudar, hay que ayudar a la gente, hay que ayudarla! No es el hombre para la Misa, es la Misa para el hombre. Es Cristo el que se entrega primero, es él el que nos ama primero. Nadie pensaba ya como posible Papa en este cardenal de Buenos Aires, Bergoglio, que va a revolucionar la Iglesia.
Ayer acogió a la Iglesia ortodoxa y lo primero que ha hecho ha sido quitar el trono, ha quitado el trono y se ha colocado él en una silla a la par con los ortodoxos y con los hebreos, ya no se sienta en ningún trono; ha prohibido todos los oropeles que había antes, todo lleno de floripondios… Ha dicho que no quiere ningún floripondio, ha dicho que los curas no tienen que llevar puntillitas; y ya no hay puntillitas. Lleva una tiara sencillita, tersa, la que llevaba como obispo de Buenos Aires. Y lleva los zapatos negros, y no quiere ponerse los zapatitos rojos ni esas cosas. Y después le nombraron Papa y le prepararon un coche y dijo que nada de coches, se volvió a montar en el autocar vestido de Papa con todos los cardenales.
Él se lava los calcetines, no tiene quien le sirva, lo hace todo él, se hace su comidita. Y lleva una cruz de hierro, no quiere la cruz de oro; y no ha querido el anillo de oro, sino de plata dorada. Ha visto el palacio papal y ha dicho: ¡Huy, aquí caben seiscientas personas, aquí no me quedo! Y no saben si lo va a reducir o se va a vivir a un piso. Está viviendo en la casa de Santa Marta y come con los cardenales que viven allí, que comen en las mesitas. Desayuna cada día en una mesa con los que están allí; y come en la mesa con los demás como uno más. Dicen algunos que no se cambia de zapatos porque los que tiene son terapéuticos, pero también se podrían hacer rojos, eso no es excusa. No, él quiere dar un espíritu de sencillez, quiere quitar oropeles.
Y cuentan la anécdota de que cuando le quisieron poner una esclavina roja, para salir al balcón, dijo que no. Y al liturgista, que estaba escandalizado, porque hacía mucho frío, le dijo en broma: ¡Se la pone usted! O sea, que está revolucionándolo todo.
Por eso podemos dar gracias a Dios, el domingo que viene o cuando queráis tenemos que hacer una Eucaristía para dar gracias al Señor por este Papa. Vamos a pedir por él, para que no se lo carguen, para que no se muera pronto, para que pueda llevar adelante la renovación que va a hacer.
Va a hacer una renovación en la Curia. Hasta ahora todos han cesado, pero no ha tocado nada; no se sabe quién va a ser el Secretario de Estado ni nada. Está dando signos que está dejando a todo el mundo sorprendidos, signos de sencillez. Le han quitado medio pulmón. Tiene 77 años, tres más que yo. Y ha hecho una Misa muy sencillita de inicio de pontificado y no ha cantado, no canta porque le falta medio pulmón, pero ha estado de pie saludando a todos los mandatarios. He visto el encuentro que ha tenido con los hebreos, con los ortodoxos, con los musulmanes… Uno a uno los ha ido saludando con afecto y con amor.
Él quiere acercarse a la gente, a los pobres. Hay que ir a los que sufren, a los que están en las cárceles, a los humildes. Hay mucha gente que está sufriendo y la Iglesia tiene que acercarse a ellos. El Card. Hummes, franciscano, le dijo que tenía que tomar el nombre de Francisco. Un jesuita que toma el nombre de Francisco…
San Francisco es maravilloso, fue un renovador de la Iglesia con la pobreza, no solamente la pobreza física sino la pobreza espiritual, la pobreza de vivir totalmente abandonado, desposeído de ti mismo, pobre de ti mismo, para hacer la voluntad de Dios; esa es la pobreza cristiana, ser pobre de espíritu.
También los signos de fasto y esas cosas no le gustan al Papa Francisco porque quiere que la Iglesia esté cerca de la gente, hay que salir a la gente, hay que predicar el evangelio, hay que anunciar a Jesucristo. Es algo verdaderamente maravilloso. Mañana tendremos aquí un encuentro con todos los responsables de las comunidades de Madrid; vendrá el Card. Rouco; vamos a presentarnos todos. Yo quisiera que el cardenal os diera una palabra. Y con él veremos cuándo hacemos el envío.
Pueden venir también los párrocos y los presbíteros estáis invitados también; la nota que hemos enviado por email decía párrocos solamente, pero también se sobrentiende que también los presbíteros. Es algo verdaderamente fantástico si el nuevo Papa lleva el espíritu de san Francisco a la Iglesia, el espíritu de san Francisco: pobreza y anuncio del evangelio, que es lo que necesitamos llevar adelante. Y fijaros cómo habla a los curas, que adelante, que tienen que salir, que no tienen que estar instalados en sus parroquias, sino que hay que anunciar el evangelio. Es algo verdaderamente maravilloso, nos va a ayudar. Y ha sido muy bueno, como decía Pili, con el Camino, ha sido un pastor, lo ha ayudado siempre. Ha presidido las eucaristías con nosotros y ha estado contentísimo (...)
San Francisco de Asís es el patrón de Italia. Y además, lo primero que ha hecho cuando ha sido elegido fue pedir una bendición, que pidan por él. Y ha hablado del pueblo, del Pueblo de Dios, que es la gran reforma del Concilio. Nosotros estamos intentando llevar el Concilio a las parroquias, ¿verdad que sí? Y esto es lo que ha dicho el Concilio, el Pueblo de Dios.
Porque antes del Concilio Vaticano II, la Iglesia se comprendía como si fuera una pirámide, donde arriba estaba el Papa, los cardenales, los obispos, los párrocos, los religiosos, las religiosas… Y en la base estaba el Pueblo de Dios. Y Juan XXIII dijo que había que darle la vuelta. Y dio la vuelta a la pirámide y puso arriba el Pueblo de Dios. Dios manda al Pueblo de Dios, que es toda la Iglesia, la misión. Y para esta misión que tiene el Pueblo de Dios, están debajo, al servicio, todos los curas, catequistas, párrocos, al servicio de la misión. Y el último de todos, el Siervo de los siervos, es el Papa. Dio la vuelta a la pirámide.
Si el Concilio se cierra y volvemos atrás, los laicos tenemos que marcharnos, tenemos que irnos de las parroquias porque los laicos no podríamos predicar. Fijaros que antes del Concilio un laico no podía predicar en una iglesia, los laicos antes del concilio no tenían más que tres cosas que hacer: rezar, pagar y obedecer; solo esas tres cosas podía hacer un laico. El Concilio ha llamado al laicado, lo ha levantado, ha hablado de Pueblo de Dios, ha hablado del cuerpo de la Iglesia, ha dicho que el ministerio sacerdotal es un servicio, no es un poder. Ha sido una revolución el Concilio Vaticano II para un sentido de Iglesia que había antes —que también ha habido muchos santos antes—, pero era una iglesia muy clericalizada en un cierto sentido.
Por eso, hermanos, tenemos que dar gracias al Señor por este Papa que tiene un concepto completamente de servicio, de ayuda, etc. Entonces, el Señor, de una manera maravillosa nos permite este año, nos llama — antes de que fuera elegido este Papa— nos llama, por el Año de la Fe que ha proclamado Benedicto XVI, a evangelizar por las plazas. Yo quisiera, después de los milagros que va a hacer este Papa con nosotros, mandarle a Benedicto XVI una carta dándole las gracias.
Porque gracias a que ha dimitido, la Iglesia se va a reformar, gracias a su sacrificio va a ser una explosión. Porque el sacrificio del Papa no es fácil, no creáis, el Papa está solito allí. ¿Qué estará pensando? ¿Qué estará pensando? ¿Por qué el Papa no ha adecuado su ministerio petrino a su salud? ¿Por qué no ha visto en su salud una Palabra de Dios y en vez de viajar tanto, viajar menos? ¿Por qué en vez de tener tantas reuniones no tiene menos, como han hecho muchos Papas? Ha habido Papas que tenían noventa y siete años y ni siquiera leían porque ya no tenían ni fuerza para leer.
León XIII leía la primera frase y después decía: ¡Mañana lo leéis en L’Osservatore Romano; leía las dos primeras frases y el resto había que leerlo en L’Osservatore Romano. Y nadie se escandalizaba. Nunca ha habido un Papa que dimita en ese sentido. O sea, que ha sido verdaderamente un acto que viene del cielo, realmente ha sido algo maravilloso el bien que ha hecho, el bien que nos ha hecho a nosotros y que va a hacer a toda la Iglesia si se pone a seguir las huellas de san Francisco de Asís: pobreza y Anuncio del evangelio. Y somos nosotros una obra que Dios ha inspirado para ayudar a la Iglesia en esta misión de anunciar el evangelio por las plazas, por las cárceles (...)
Pero viene este Papa y ya piensa como nosotros. Nosotros todo lo hacemos en función de los más pobres, y la Iglesia nos ha escuchado. Pero no hay más remedio: “¡Ay! cuando todo el mundo hable bien de vosotros” —dice Jesucristo—. “Si de mí han dicho que soy Belzebul, el príncipe de todos los demonios, si esto han dicho de mí ¿qué no dirán de vosotros?” O sea, que es normal esto.
Pero fijaros eso que dice el Papa de los garajes; él, sin conocer la Missio ad gentes, ya lo había pensado. ¿Qué es esto de los garajes? Pues la misión ad gentes que hacemos nosotros, las misiones que hacemos. Y ahora dice que hay que ir a las afueras, a las parroquias más pobres de la periferia, de los suburbios; pues sabéis que nosotros estamos mandando comunidades en misión a las zonas de los suburbios, a las zonas más difíciles. Estará contentísimo cuando se lo expliquemos, porque estamos en el mismo espíritu.
Me dijo el Papa Francisco: “¡Qué lío has formado! —es la primera palabra que me ha dicho el Papa. ¡Pero hay que seguir con este lío!” Tengo que seguir con este lío, o sea, que no puedo marcharme. Y Carmen me llama cursillista repetitivo
¿Qué te parece este Papa? Dice: ¡No tan loco como tú porque es un jesuita! Es que no sabéis lo que es un jesuita, Carmen se ha formado con los jesuitas; yo con los dominicos y Carmen con los jesuitas.
CARMEN
Hacen treinta días de ejercicios espirituales. O sea, el Camino lo hace mejor que tú. Y han ido por el mundo entero predicando el evangelio. ¡Tardé tres años para convencerte de que Jesucristo había resucitado!
KIKO
Fijaros que este Papa nos va a ayudar. Esto que he contado de Los Ángeles es histórico, ha bastado ver el panorama cómo está para que la diócesis inmediatamente se haya dado cuenta de que iban a cometer un error enorme echándonos. Y han sacado un documento en el que dice que podemos seguir haciendo la eucaristía en las salas. Solamente al ver a este Papa, fijaros lo importante que es Pedro, fijaros la importancia que tiene Pedro en la Iglesia. Bueno, pues después de las presentaciones podemos pasar al anuncio de Pascua (...)

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